1910

Sátiras

El Diluvio. Suplemento Ilustrado. 5 de marzo de 1910
El Diluvio. Suplemento Ilustrado. 5 de marzo de 1910
El Diluvio. Suplemento Ilustrado. 25 de febrero de 1911
El Diluvio. Suplemento Ilustrado. 25 de febrero de 1911
El Diluvio. Suplemento Ilustrado. 25 de febrero de 1911
El Diluvio. Suplemento Ilustrado. 25 de febrero de 1911

La singular estructura de la Casa Milà, «La Pedrera», y la relación entre Antoni Gaudí, el arquitecto, y Pere Milà, el propietario, fueron objeto de burla y escarnio público y caricaturizadas en numerosas publicaciones satíricas de la época.

En esta ocasión presentamos tres caricaturas que el dibujante Llorenç Brunet i Torroll (Bru-Net) dedicó a la Casa Milà desde las páginas del semanario El Diluvio. Suplemento Ilustrado en 1910 y 1911.

El primer documento gráfico corresponde a la portada del suplemento del sábado 5 de marzo de 1910. En esa fecha la Casa Milà estaba prácticamente terminada, sobre todo en lo que se refiere a la construcción de la fachada. En su ilustración Bru-Net presenta una casa fantasmagórica. Como muy acertadamente describe el arquitecto Juan José Lahuerta, «los huecos redondeados de la fachada se han convertido en oscuros agujeros de los que entran y salen toda clase de alimañas: cocodrilos y ratas otra vez, pero también serpientes, erizos, lechuzas, monstruos marinos... Dos líneas ondulantes rematan el edificio, que se recorta contra un cielo absolutamente negro. Por encima, en la azotea, las chimeneas, los ventiladores y las salidas de escalera han dejado de ser montañas de nata para transformarse en siniestras pirámides de calaveras. “Modelo de arquitectura / medioeval / entre nido y sepultura / que no me parece mal”, escribe al pie de su dibujo Brunet» («El costillar de La Pedrera», Residencia, nº 8, 1999).

El segundo y tercer ejemplos se publican en el mismo número del suplemento del 25 de febrero de 1911, pero en páginas distintas. En la página 122 Bru-Net presenta la Casa Milà como «La Casa Cuaresmal». Dibuja sus balcones de hierro forjado como si fuesen colas de bacalao seco y cuelga de su cornisa un cartel en el que se lee «Gran exposición y venta de tripas de bacalao». En el pie de la caricatura, «Una casa que se alquila, y no me parece mal, para vender bacalao cuando pase el Carnaval». El impacto estético que supuso la obra de Gaudí resulta evidente.

El tercer y último documento es uno de los más representativos en cuanto a la ejemplificación de los problemas que hubo entre el arquitecto y los propietarios. En concreto alude a la instalación de una escultura de la Virgen del Rosario que debía coronar el edificio. Se dice que la presentación del modelo de la escultura, realizada por Carles Mani, no complació en absoluto al matrimonio. Otras teorías dicen que el modelo les fue mostrado en 1909, en plena Semana Trágica, y los Milà no se atrevieron a colocar una escultura religiosa en lo alto del edificio por temor a provocar a los anticlericales que quemaban conventos e iglesias. Este episodio marcó un punto de inflexión entre Gaudí y los Milà y no pasó inadvertido a caricaturistas como Bru-Net. En palabras del gran especialista gaudiniano Joan Bassegoda Nonell, «El dibujante badalonés pintó una Pedrera por cuyas ventanas asomaban cocodrilos y monstruosos ratones debajo de la leyenda de la cornisa que, en Brunet, dice: “Esta casa es santa y...”. Encima de una de las salidas de escalera se puede ver un terrible combate entre un Milà en taparrabos, que empuña un látigo, y un curioso Gaudí con salacot que blande un martillo, en tanto agarra a su cliente por el rizado pelo. Al pie de la caricatura se dice: “¿La Virgen rematará el singular monumento? ¿Cuál triunfa, Gaudí o Milà?”» («La Casa Milà y la devoción mariana de Gaudí», La Vanguardia, 10 de julio de 1988).

Contribuidor/a: 

El autor de las caricaturas es Llorenç Brunet i Torroll (Badalona, 1873 – Barcelona, 1939); dibujante y acuarelista, colaboró en las publicaciones L'Esquella de la Torratxa, La Campana de Gràcia y El Diluvio. Suplemento Ilustrado, firmando sus dibujos como Bru-Net.

El Diluvio. Suplemento Ilustrado, editado de septiembre de 1904 al 26 de agosto de 1911, era el suplemento semanal del periódico de información general El Diluvio (Barcelona, 1879-1939), diario en castellano, republicano y anticlerical, muy popular en Barcelona por las campañas contra la administración municipal y por la oposición sistemática a todo. Contradictorio y escandaloso, era uno de los periódicos más vendidos en la ciudad de Barcelona.