1985

Los años 80, Gaudí y La Pedrera

 © Luis Gueilburt
© Luis Gueilburt

Mi relación con la obra de Antoni Gaudí (1852-1926) nace en 1978, casi al mismo tiempo que la restauración de la democracia en España.

Al llegar a Barcelona, me encontré con Gaudí. Gaudí y Barcelona son indivisibles y empecé a estudiar al artista y su obra desde ese mismo momento. Me impresionó mucho en esa época que cada vez que tocaba alguna parte de su obra me quedaba absolutamente sucio, y me preguntaba por qué nadie les quitaba esa gruesa capa de hollín y sobre todo de contaminación atmosférica, a esas obras de arte. De todas maneras ese polvo les otorgaba una pátina que solo el tiempo logra, lo que las hacía aún más interesantes.

Al poco tiempo me encargaron restaurar y limpiar algunos de sus elementos y esto me dio una dimensión más amplia de su escala, su arte y conocimientos.

Y fue dentro del campo de las restauraciones donde se me plantearon las mayores dudas y los mayores retos, que me impulsaron a revitalizar un antiguo “Centro de Estudios Gaudinistas” que más tarde derivaría en el “Taller Gaudí de la Universitat Politècnica de Catalunya”. Desde allí estudiamos día a día durante muchos años su obra y hemos tomado conciencia de lo poco que sabemos aún sobre este artista a pesar de todos los estudios que se han realizado; tenemos más dudas que comprensiones.

Hoy en día las obras de Gaudí ya brillan con luz propia e incluso a veces algunas brillan demasiado.  Ahora sería muy importante que se potencie la investigación y se puedan difundir las obras que por ser menores no tienen aún el trato que se merecen o no han tenido la difusión necesaria.

Para interpretar todas las obras de Gaudí en su justa dimensión y en su justa escala no podemos dejar de lado ninguno de sus trabajos o detalles.

Se han publicado cientos de trabajos monográficos sobre una veintena de las obras más destacadas como la Sagrada Familia, la Casa Milà o el Parc Güell, en cambio de otras obras también importantes aún nos faltan publicaciones.

Gaudí tenía una personalidad muy especial y dedicaba la misma energía a una obra de reforma que a una obra nueva, daba la misma importancia a una obra hidráulica que a una obra arquitectónica y eso es lo que le ha permitido permanecer intacto en el tiempo.

Su obra no pertenece a una moda o a un movimiento pasajero. Su obra, tal como nos ha llegado hasta nuestros días, es paradigma de movimientos que aún no se han gestado.

Creo que esta foto que acompaña puede ser muestra clara de esta necesidad.

Luis Gueilburt

 

Contribuidor/a: 

Luis Gueilburt es escultor. Realiza exposiciones individuales y colectivas de su obra personal y esculturas monumentales y muchas de sus piezas se encuentran en colecciones privadas y públicas de España, Japón, Argentina, México, Guatemala, Ecuador y Perú. Desde 1997 es profesor invitado por la Universidad Politécnica de Catalunya, Escuela Universitaria Politécnica de Barcelona, para un curso monográfico sobre la vida y obra de Antoni Gaudí. Desde 1998 es responsable de la Línea de Investigación Gaudí y el Modernismo Catalán, el estilo arquitectónico y artístico de 1900; de la Universitat Politécnica de Catalunya. Desde 1980 ha participado en cursos, conferencias, seminarios, jornadas y congresos de distintas universidades y foros de España, Francia, EEUU, México Italia y Argentina sobre la obra de Gaudí. Ha organizado desde 1994 las Jornadas Internacionales de Estudios Gaudinistas. Entre 1993 y 2003 dirigió el Centro de Estudios Gaudinistas. Participó en 2003 en la creación del Taller Gaudí - EPSEB .UPC. Es director académico del mismo y colaborador del L'Arxiu de Patrimoni Arquitectònic de Catalunya EPSEB UPC. Desde 2012 es Coordinador de la Fundación Melilla Ciudad Monumental para Redes Europeas " Réseau Art Nouveau Network" y  "AVEC" L'Alliance de Villes Européennes de Culture. Ha publicado diversos artículos y libros sobre el arte y la técnica de Antoni Gaudí, entre ellos el libro Gaudí y el Registro de la Propiedad, editado por el Institut Gaudí de la Construcció.