La persiana inédita
La Pedrera esconde secretos ocultos casi 100 años: la persiana inédita
Encima de cada puerta del edificio hay un registro, y sobresale una pieza metálica. Se trataba de una persiana metálica ondulada. A ambos lados, todavía están las guías de la persiana y los mecanismos para hacerla funcionar. Se creía, por el tipo de persiana, sin ningún especial acabado artístico, que era una intervención posterior a Gaudí. Pero ahora podemos demostrar que, aunque estas persianas eran más habituales para establecimientos industriales y de comercio, se puede datar su instalación hacia el 1910, ya que la fotografía se publica el 1911.
La primera imagen que tenemos documentada de la persiana es la plancha nº 56 incluida en el Album d’architecture moderne à Barcelone: Collection de 70 planches. Es un álbum publicado en Barcelona por la editorial Parera el año 1911 (Bibliothèque de Matériaux et Documents d'Art Espagnol.) La edición es en castellano y francés.
Se trata de una fototipia de Miquel Parera, el editor, y la fotografía de Martinell (suponemos que César Martinell, el arquitecto). La publicación contiene ilustraciones fotográficas de una selección representativa de los que fueron considerados los mejores edificios modernos en Barcelona. Los arquitectos representados son Gaudí, Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch y Sagnier, entre otros.
La segunda imagen corresponde a una fotografía de Lucien Roisin Besnard (L. Roisin) (París, 1884 - Barcelona, 1943), fotógrafo industrial, editor y propietario de la tienda Postales Roisin, muy popular en la época.
Se puede ver perfectamente la persiana bajada.
La tarjeta postal nº 42 de la colección de postales L. Roisin y que corresponde a la fotografía mostrada, está publicada en Gaudí Àlbum científic (Ed. Triangle Postals, Barcelona 2004) donde Juan José Lahuerta compila, con rigor científico, 135 postales publicadas en la época en que Gaudí estuvo activo. Todas estas postales fueron utilizadas: escritas y enviadas por todo el mundo. En relación con la persiana, el autor comenta: “Aún no se ha colocado la reja de la puerta ni la del hueco de la baranda de la tribuna.”
La tercera imagen que disponemos de la persiana se encuentra ilustrando el libro Barcelone et les Grands Sanctuaires Catalans. Se trata de una guía turística de prestigio sobre Catalunya publicada en París (H. Laurens) el año 1913. La guía está profusamente ilustrada, con 144 grabados de fotografías. El autor es Georges-Nicolas Desdevises du Dezért (1854 –1942), historiador, novelista, poeta, crítico literario e hispanista francés.
El libro forma parte de una colección titulada "Les Villes d'Art célébres", que entonces ya contaba con una cincuentena de volúmenes. Sobre ciudades españolas había dos volúmenes: Córdova y Granada, y Sevilla. El volumen dedicado a Barcelona y Catalunya consta de doce capítulos y 172 páginas. Las ciudades, pueblos y lugares destacados de la guía son Barcelona, Girona, Sant Joan de les Abadesses y Ripoll, Vic, Montserrat, Manresa, Lleida, Poblet, Santes Creus, Tarragona y Tortosa.
En referencia a La Pedrera, incluye dos fotografías. Por un lado la misma fotografía que se puede ver en la aportación El Album d’architecture moderne à Barcelone. La otra imagen es de toda la fachada principal y la referencia fotográfica es de uno de los editores de postales más prolíficos e importantes del momento, Àngel Toldrà Viazo (Photo A. Toldrà Viazo).
Aunque en este caso nos interesan más las referencias fotográficas, es significativo lo que dice de la Casa Milà el año 1910:
Pero nadie como el Señor Gaudí ha llevado tan lejos la singularidad deseada del estilo, la determinación por lo inédito altivo y sin réplica posible. Su última creación en este género parece llegar al límite de lo que es monstruoso. Imaginen un peñasco esculpido por unos gigantes. En la misma piedra bruta, han tallado unos pilares, han abierto unos vacíos y unas galerías; ninguna línea recta, sino curvas suaves y flotantes, como si para estas fuerzas colosales el granito fuera arcilla; después, para recordar que estos Hércules saben, si es necesario, sorprender tanto con su refinamiento como con su fuerza, unos balcones de hierro forjado, rebuscados como unas matas de algas, empujados, abollados, enredados, torcidos y retorcidos alegremente y teñidos de colores violentos. Y en la cima del peñasco, una especie de cosecha de margaritas, las crestas blancas de un terrado de cerámica. –¿No es de su agrado?... Quizás, pero es del suyo. (páginas 71-72).
Contribuidor/a:
- Fundació Catalunya-La Pedrera