Mi relación con la obra de Antoni Gaudí (1852-1926) nace en 1978, casi al mismo tiempo que la restauración de la democracia en España.
Al llegar a Barcelona, me encontré con Gaudí. Gaudí y Barcelona son indivisibles y empecé a estudiar al artista y su obra desde ese mismo momento. Me impresionó mucho en esa época que cada vez que tocaba alguna parte de su obra me quedaba absolutamente sucio, y me preguntaba por qué nadie les quitaba esa gruesa capa de hollín y sobre todo de contaminación atmosférica, a esas obras de arte. De todas maneras ese polvo les otorgaba una pátina que solo... « Read more »