Me llamo Pilar Paulí y nací el 18 de octubre de 1926 en La Pedrera.
Mi abuelo, el padre de mi madre, era cochero de los coches de caballos de los señores Milà, los propietarios de La Pedrera. Cuando años después dejaron los coches de caballos aprendió a conducir y pasó a ser chófer de automóviles.
Mis abuelos vivían en la misma Pedrera, en los bajos, al lado de la portería. Por lo que yo sé mis abuelos fueron los primeros en vivir allí, ya que antes de los primeros inquilinos, se instalaron los trabajadores: el mecánico que se ocupaba del mantenimiento de las calderas y mi abuelo que como ya he dicho era el cochero, los dos con sus respectivas familias. Mi bisabuela (madre de mi abuela materna) también vivía con ellos y murió allí víctima de un accidente. Había ido a tender la ropa a la azotea con el montacargas y como todavía estaban acabando las instalaciones, o quizás por la falta de normas de seguridad de la época (porque no tenía puertas), el caso es que mientras sacaba el cesto de la ropa fuera, el montacargas se puso en marcha y la mató. Como os podéis imaginar, todo esto me lo han explicado, yo no conocí esta bisabuela.
Mi madre, Pepita, se casó a los 19 años con mi padre Lluís, que era chófer del Sr. Antonio Feliu, que vivía en el mismo edificio y que era fabricante de tejidos. Tal como hacía la gente que podía en esa época, a pesar de vivir un señor solo, tenía bastante servicio: chófer, criado, sirvienta, cocinera y ama de llaves.
Cuando mis padres se casaron, mis abuelos les cedieron la vivienda y ellos se marcharon a vivir a otro sitio. Y así fue como yo nací en La Pedrera. Nos fuimos de allí porque mi madre puso una tienda en el barrio de Sant Antoni, aunque seguimos yendo de visita durante años.
Contribuidor/a:
- Pilar Paulí